La comunidad, Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta está formada por monjes cistercienses de la rama que en 1892 constituyeron la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia (OCSO). seguidores de la espiritualidad que San Benito dejó plasmada en su Regla escrita en el siglo VI y asumida por los primeros cistercienses desde la fundación de Císter en 1098.
Los hermanos del Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta fortalecen su espíritu a través de la oración y el trabajo. “Serán auténticos monjes si viven del trabajo de sus manos” (RB 48), San Benito. Los monjes viven el trabajo como expresión de pobreza y medio de libertad y solidaridad. Pobreza, al no vivir a costa de otros, sino de su propio esfuerzo. Libertad, al no tener que depender innecesariamente de los demás y preservar así el estilo de vida monástica que desean seguir.
Entre los oficios desarrollados por los hermanos de la comunidad se encuentra la elaboración de mermeladas artesanas, los monjes poseen un espacio destinado a la fábrica de mermeladas artesanales y han elaborado recetas propias con muy buena aceptación. Actualmente son pioneros en la elaboración de mermeladas artesanales gracias a la dedicación, entrega y deseo de compartir lo que hacen.
Las mermeladas artesanas se encuentran disponibles a través de la tienda online del monasterio y en el mismo Monasterio. Todas las mermeladas son elaboradas de manera cuidadosa por los hermanos de la la comunidad, Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta. Son obtenidas a partir de frutas frescas, sanas y maduras para que el consumidor final pueda disfrutar de un producto de calidad con un sabor natural y textura única. Las frutas utilizadas en la preparación de la las mermeladas artesanales son seleccionadas de manera minuciosa, lavadas, peladas y separadas de semillas y cáscaras, una vez finalizado el proceso de selección son sometidas a un proceso de triturado para luego ser envasadas.
La comunidad de Sta. Mª de Huerta elabora productos artesanales de calidad ancestral que solo se pueden conseguirse gracias a un trabajo de dedicación y cuidado. El Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta invita a disfrutar de los sabores auténticos, aromas exquisitos y texturas inigualables que predominan en todos los productos monásticos de elaboración artesanal.